Es sorprendente que, siendo en mi opinión Henry Fonda uno de los mejores actores de la historia de Hollywood, solo tuviese tres nominaciones al Oscar, dos como actor (Las uvas de la ira y En el estanque dorado) y una como productor (12 hombres sin piedad), la razón del ninguneo a Fonda me es inexplicable. Lo acabaría ganando por su última película, En el estanque dorado; muy enfermo, ya no lo recogería en persona, falleció pocos meses de ganarlo.
En el estanque dorado es ya un clásico del cine de los 80. Basada en una obra de teatro de Ernest Thompson (aquí la interpretaron también maravillosamente Héctor Alterio y Lola Herrera hace unos años), narra la historia de un matrimonio anciano que recibe la visita de su nieto y su hija, con la que el padre siempre ha tenido una tensa relación. Además del Oscar para Fonda, fue el cuarto y último para Katherine Hepburn, que sigue manteniendo el record de Oscar de interpretación, no igualado de momento aunque Daniel Day-Lewis, Meryl Streep y Frances McDormand estén cerca. Ganó también el Oscar a guión adaptado y el terceto protagonista se completa con Jane Fonda.
Es la película más recordada y premiada del director estadounidense Mark Rydell, que creo que sigue vivo con 92 años de edad, en su filmografía destacan La zorra, Los cowboys, Permiso para amar a medianoche y Cuando el río crece; de las que he visto o recuerdo, En el estanque dorado me parece su mejor filme.
También fue nominado Dave Grusin por la banda sonora. Lo tenía complicado ganar el año de Carros de fuego, pero me parece un trabajo bellísimo, uno de los mejores del gran compositor.
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