Antes de sus colaboraciones con Marvel con su trilogía de Spider-man y la próxima a estrenar Dr Strange 2, la primera aproximación de Sam Raimi al género de superhéroes fue un guión original: Darkman. Inspirada en el Fantasma de la ópera y algunos otros clásicos, narraba la historia de un científico que intentaba lograr un tipo de piel sintética y que sufría un atentado por parte de un villano que intentaba acabar con su novia. Dado por muerto y completamente desfigurado, se convertía en un vengativo personaje llamado Darkman. Sigue siendo una de mis películas favoritas de Raimi, y supuso uno de los primeros éxitos de su pareja protagonista, Liam Neeson y Frances McDormand, bien secundados por Colin Friels y Larry Drake.
Como casi siempre en el cine de Sam Raimi, de la música se encargó Danny Elfman. El resultado me parece muy bueno, de mis favoritos también del compositor.
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