Por un puñado de dólares:
Con motivo de la proyección en nuestro club de El bueno, el feo y el malo ya hablé de la trilogía del dólar de Sergio Leone, así que hablaré de otros temas sobre este filme que no traté allí. Como dije entonces, se consideró en su momento un remake-homenaje-plagio a Yojimbo de Kurosawa, aunque yo creo que las dos beben claramente de otra fuente, la novela Cosecha roja del maestro de la novela negra Dashiell Hammett (curiosamente, la obra literaria que da origen al género negro no ha sido oficialmente jamás llevada al cine, aunque ha influido en varios cineastas como los citados y los hermanos Cohen de Muerte entre las flores), la influencia del escritor estadounidense en esta historia del pistolero que llega a un poblado del oeste en medio de una guerra entre dos familias y que juega a dos bandas con las dos me parece muy clara. El filme lanzó a la fama a Eastwood, elegido en vez del preferido James Coburn por problemas de presupuesto (en este caso Coburn me parece muy buena elección, dado su pasado de duro en el western y su sentido de la ironía), al que falsamente se le nombra en algunos sitios como El hombre sin nombre (en algunos momentos de la trilogía se le llama por su nombre, Joe, si bien es cierto que lo habitual es denominarlo Manco o Rubio). También lanzó a la fama a su director, Sergio Leone, al compositor Ennio Morricone (aunque aquí usaba el pseudónimo de Dan Savio) y al actor que hacía de villano, Gian Maria Volonté. Imagino que Phenomena programará más adelante el resto de la trilogía, así que no me extiendo más, solo señalar que la historia de Por un puñado de dólares conocería un nuevo remake en los años noventa dirigido por Walter Hill, El último hombre, quizás más afín a la novela de Hammett al desarrollarse en los años 20-30 en el periodo de los gangsters.
El planeta de los simios:
Difícil hablar de esta soberbia película sin comentar el memorable final (hay que hacerlo de esta manera por si hay alguien que me lea y no lo conoce, aunque es muy difícil, es una de las escenas más conocidas de la historia del cine, y muchos de los carteles actuales del filme la reproducen, menos mal que he encontrado este original de la época de su estreno), pero lo intentaré. Libérrima adaptación de una novelita bastante floja del francés Pierre Boulle, cuyas sorpresas finales iban por otro lado y que tenía errores de bulto al intentar explicar lo que sucedía (aquí no se dan explicaciones, hay algunas atribuidas al filme que realmente son de la secuela), la historia que cuenta el filme del director Franklin J. Schaeffner (injustamente olvidado actualmente por muchos, pero que dio al cine grandes películas como esta, El señor de la guerra, Patton o Papillon) hay que atribuirla a sus dos guionistas. La parte puramente fantástica y el final me parecen claramente cosa de Rod Serling, creador de una de las mejores series de televisión de la historia, The twilight zone, aunque es clara también la influencia de Michael Wilson, la víctima más famosa junto con Dalton Trumbo de la caza de brujas y que en el momento del estreno del filme no pudo firmar el guión en los títulos de crédito por seguir represaliado (al igual que en El puente sobre el rio Kwai y Lawrence de Arabia). Puede sorprender su aspecto izquierdista teniendo en cuenta la presencia como productor y protagonista de Charlton Heston, pero es que este todavía no se había convertido en el ultraconservador que conocimos en los últimos años, entonces se le consideraba afín al partido demócrata. El filme es una maravilla, tiene un excepcional trabajo de Heston, y de los "simios" Roddy Macdowall, Kim Hunter y Maurice Evans, así como un innovador maquillaje obra de un personaje de actualidad por la película Argo (es el personaje interpretado por John Goodman), así como una de las bandas sonoras más extrañas y fascinantes de la historia del cine, obra del genial Jerry Goldsmith, quien decidió hacer una obra experimental acorde con que la obra se desarrollaba en un planeta extraño e inhóspito habitado por simios y que no tenía luna.
La película fue un gran éxito y dio lugar a una saga que con algunos parones llega hasta nuestros días. La segunda entrega, Regreso al planeta de los simios, no es tan buena, se ve obligada por petición de Heston a que su personaje salga menos y el actor elegido, el hoy olvidado James Franciscus, no es ni mucho menos tan bueno, y se resiente de la ausencia de Macdowall, pero no carece de interés y el final es casi tan contudente como el de la primera. Ante tal final, los productores decidieron hacer algo que no recuerdo que se hubiese hecho antes, volver atrás en el tiempo y crear lo que hoy llamaríamos precuela o reboot, Huida del planeta de los simios, el filme tiene cosas interesantes, pero empieza a ser previsible y algo cansino, algo que se acentua en las dos siguientes entregas, La rebelión de los simios y Batalla por el planeta de los simios (nunca se ha estrenado en España, solo vista en televisión y DVD). En 2001, se intenta por parte de Tim Burton una suerte de reboot más inspirado en la novela original, pero que resulta un fiasco, en parte debido a un pésimo guión, en parte al intento de alejarse del original, en parte al poco adecuado protagonista Mark Wahlberg. Finalmente, en 2011 se hace una precuela-reboot (en este caso no tengo muy claro dónde enclavarla, lo que cuenta es el principio, pero es diferente que en el original, puesto que la catástrofe que da lugar al Planeta de los simios es de origen vírico) mucho más que digna, y que tiene un gran éxito, tanto que ahora se empieza a rumorear que se va a rodar una nueva entrega.
Por cierto, la película tiene un curioso gazapo, os lo propongo como juego. Si conocéis el final de la película y estáis atentos a lo que he escrito, hay algo que no cuadra, no sé si fue un despiste de los guionistas o si lo hicieron a propósito para despistar en los primeros minutos de película. La semana que viene os doy la solución.
Os dejo con las bandas sonoras de las dos películas
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