7 de julio de 2020

Oscar 1959: Ben-Hur

Oscar a mejor banda sonora de una película dramática o comedia.

En 1959, una película consiguió por primera vez 11 Oscars, ganando todas las nominaciones que tenía menos la de guión adaptado (ganó Un lugar en la cumbre). Nadie desde entonces ha superado el record de Ben-hur y solo dos lo han igualado, Titanic y El señor de los anillos, El retorno del rey.

Ben-Hur es la culminación del peplum en su versión bíblica, que yo diría que tiene como mayor momento de esplendor a partir de Sansón y Dalila y sigue todos los 50 con Quo vadis, La túnica sagrada o Los diez mandamientos entre otras; después de ella, el género empieza un lento declive (Espartaco y La caida del Imperio romano no son bíblicas), aunque Rey de reyes mantenga el tipo, y acaba el género bíblico con La historia más grande jamás contada (o como Jesucristo descubrió América predicando en el Cañón del Colorado, los responsables de búsqueda de exteriores se lucieron) Ben-Hur tiene una de las escenas más espectaculares de la historia del cine, la de la carrera de cuádrigas (yo diría que la más espectacular de la historia del cine), fue el único Oscar de su carrera para Charlton Heston y el tercero para William Wyler.

Y ya que estamos en los dias del Orgullo gay tengo que hablar de las declaraciones famosas de Gore Vidal sobre si la historia de Ben-Hur y Mesala es homosexual. Que conste que lo hago desde la perspectiva de un heterosexual no homófobo, no es mi intención molestar a nadie.

Vidal fue un gran escritor y un gran guionista, pero lo que contó fue de perogrullo, cualquera que vea la película nota que hay un componente gay en la antigua amistad entre Ben-Hur y Mesala (no solo en esos personajes, también en la "paternofilial" en los personajes de Heston y el romano Jack Hawkins). Añadir que el peplum, sea bíblico, mitológico o de otro tipo, está considerado el género más gay de todos, es un tópico.

Entre los 11 Oscars, Miklós Rózsa se llevó el de banda sonora, creo que es el más indiscutible de todos los no técnicos. Puedo discutir si Ben-Hur es la mejor película de 1959 estando Anatomía de un asesinato (y quedando sin nominar a mejor película Con faldas y a lo loco). También puedo poner en duda si Heston merecía el Oscar el año en que competían James Stewart y Jack Lemmon por dos de sus papeles más memorables, y Hugh Griffith lo hace muy bien como jeque árabe, pero el premio lo merecían más Stephen Boyd o Jack Hawkins, por no hablar de los dos secundarios de Anatomía de un asesinato, George C. Scott y Arthur O'Connell. 

Lo que hizo Rózsa no admite la mínima duda. Su banda sonora es música celestial cuando lo requiere, tiene grandes momentos marciales en los momentos de los romanos y tiene un poderoso  tema central inolvidable. Es la novena sinfonía del húngaro, su cumbre como compositor en la que invirtió la friolera de 18 meses para acabarla. Gustándome otras muchas de la historia de los Oscars (El mago de Oz, Recuerda, Desayuno con diamantes, Dr. Zhivago, La profecía, los cuatro Oscars a partitura original de John Williams, erc), en mi opinión en la mejor banda sonora ganadora de Oscar junto con Lawrence de Arabia.

Y las otras nominadas no llegan a su nivel, pero son también muy buenas: Confidencias a medianoche (Frank de Vol), El diario de Anna Frank (Alfred Newman), Historia de una monja (Franz Waxman) y La hora final (Ernest Gold)



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