18 de diciembre de 2012

Phenomena: Ciclo de cine apocalíptico

Dicen los "expertos en apocalipsis" (los mismos que lo vienen diciendo cada dos por tres desde el año 1000) que hay una piedra encontrada en una excavación maya que contiene un calendario que empieza el 13 de agosto del 3114 A.C. (me pregunto si según el calendario gregoriano o el ortodoxo) y que acaba el 21 de diciembre de 2012. Según estos "expertos", y como el calendario no continúa (probablemente porque no se han encontrado más restos o porque a lo mejor los autores del mismo tuvieron que salir por piernas antes de acabarlo, dada la mala leche que parece que tenían los mayas), resulta que sin ninguna explicación mínimamente coherente nos vamos a la porra este fin de semana (empezando porque nadie ha explicado de una manera racional la supuesta fecha de comienzo del calendario, ni creo que se atreva).

Como comprobaréis por mis palabras, no puedo calificar de otra manera la historia de este asunto como una sandez. Si hablo de ella en este blog no es porque me la crea, es porque suelo hablar aquí de las películas que programa Phenomena, y han tenido la idea de programar un ciclo de películas de carácter apocalíptico para estas navidades (tampoco me parece que crean en la "profecía", puesto que han programado películas hasta bien entrado enero). Dado que, desde que un seguidor cristiano de tiempos del emperador Domiciano (la tradición lo atribuye a San Juan, pero es difícilmente demostrable) creó un evangelio sobre el fin del mundo, la literatura y el cine han sido muy prolíficos en mandar al garete de muchas formas a nuestro planeta, había mucho donde elegir. Phenomena ha elegido cuatro títulos muy diferentes entre sí, más una película sorpresa.

Viernes 21 de diciembre: Cuando el destino nos alcance.


 
 
Richard Fleischer hizo en esta película una de las maneras más terriblemente verosímiles de acabar con nuestra especie, mostrando un Nueva York con una superpoblación de 40 millones de habitantes, con gravísimos problemas de hambre y con una empresa creando un revolucionario producto llamado Soylent Green hecho a base de plancton marino para acabar con la falta de alimentos. Mucho me guardaré de comentar la sorpresa final para quien no haya visto el filme, pero me parece una de las mejores películas de su a veces demasiado infravalorado director. Con El planeta de los simios y la segunda versión de Soy leyenda, se considera la trilogía apocalíptica de Charlton Heston como actor (en realidad debería decirse tetralogía, porque deberíamos incluir Regreso al planeta de los simios), aunque el filme se recuerda también por ser la última película del mítico actor Edward G. Robinson.
 
Viernes 28 de enero: Farenheit 451:
 
 
 
 
 
 
 
 
 Yo en realidad discutiría si una distopía (un mundo ficticio en el que, al contrario que en una utopía, todo ha salido mal y ha acabado en una sociedad generalemente totalitaria) se puede considerar un filme apocalíptico. Es así en casos como La fuga de Logan o El planeta de los simios, pero creo que Farenheit no tiene nada que ver con el fin del mundo, nos muestra una sociedad cuyo desprecio por los libros lleva al extremo de quemarlos por medio de "bomberos", pero si la memoria no me falla el mundo no corría riesgo de extinguirse. Este filme siempre se ha considerado en general un filme menor de François Truffaut, una adaptación fallida de la genial novela de Ray Bradbury, pero Truffaut es un grande hasta en sus películas menores, y el filme se recuerda por una Julie Christie en su mejor momento y por la gran banda sonora de Bernard Herrmann. También le han salido imitadores en filmes como Los juegos del hambre, fijaos los personajes de blanco de la siguiente foto:
 
 
 
¿Parecidos "casuales" con los bomberos de Truffaut en otra distopía? Lo dudo.
 

 
Viernes 4 de enero: El tiempo en sus manos + película sorpresa:
Al escritor británico H. G. Wells le debemos dos de los subgéneros del cine fantástico más utilizados, el de los viajes del tiempo y el de las invasiones extraterrestres (también presente en el ciclo apocalíptico, aunque no en una adaptación de la obra de Wells). El tiempo en sus manos adapta la novela de Wells La máquina del tiempo y hace una pequeña joya del cine apocalíptico, con ese mundo futuro dividido en dos especies antagónicas y ese humano del pasado en medio. El genio de los efectos especiales George Pal hizo su mejor película como director en esta obra maestra del fantástico. Curiosamente, un biznieto de Wells fue el responsable de dirigir el remake, aunque los resultados fueron bastante peores. Esta sesión de Phenomena es la única del ciclo que tiene programa doble, incluye una película sorpresa de la que hablaré luego.
Viernes 11 de enero: La invasión de los ladrones de cuerpos: Como consecuencia de la paranoia de la guerra fría y el miedo al apocalipsis nuclear, en el Hollywood de los años 50 proliferan las películas sobre invasiones extraterrestres, más inspiradas ideológicamente en el modelo semirreaccionario del escritor Robert Heinlein que en el más crítico de Wells, la mayoría no ocultan que los extraterrestres invasores son una alegoría del miedo al comunismo o al extranjero. Aparentemente, la que es para mí la obra maestra de todas ellas, el filme de Don Siegel La invasión de los ladrones de cuerpos, sigue siendo un alegato anticomunista, pero muchos de los que la hemos visto vemos otras intenciones, esos vecinos convertidos en seres sin sentimientos y delatores son perfecto reflejo de la caza de brujas que había invadido EEUU en aquellos momentos. No debimos ser los únicos que lo debimos pensar. Los productores no estaban de acuerdo con el aterrador final que tenía la película (debía acabar en la escena de la carretera, con Kevin MacCarthy impotente alertando de la invasión) e impusieron un prólogo y un epílogo en una comisaria que dulcificaba algo el mensaje y el final (no tanto, en realidad me parece un final abierto, no queda claro que la policía pueda parar la invasión). Hasta el momento, el filme ha conocido tres remakes: el primero, de Philip Kauffman, es muy bueno, casi a la altura del original y con un final mucho más terrible; el segundo, dirigido por Abel Ferrara y solo visto en vídeo y televisión en nuestro país, es fallido y en muchos momentos demasiado obvio en su mensaje, aunque tiene momentos inquietantes, y el tercero, protagonizado por Nicole Kidman y Daniel Craig, es un monumental desastre, no hay por donde pillarlo. El filme de Siegel es formidable a pesar de su final impuesto, nunca unos guisantes gigantescos fueron tan aterradores.
Queda por hablar de la película sorpresa del día 4 de enero. He de decir que cuando los responsables de Phenomena prepararon el ciclo, propusieron siete películas para que la gente votara sus favoritas, y las cuatro más votadas son las que he comentado ya. La película sorpresa estará entre las otras tres, dos podrían haber entrado por méritos propios en el ciclo, la tercera, no es mala, pero es más discutible. La primera es Ultimatum a la tierra, para mí el mejor filme de Robert Wise y una de las cumbres del cine fantástico de los 50. Está si está mas conforme con el mensaje progresista de Wells y tiene dos iconos de la ciencia-ficción de todos los tiempos, el robot que acompaña al visitante extraterrestre y la frase en idioma extraterrestre Klaatu barada niktoo, así como una soberbia y muy innovadora banda sonora del genial Bernard Herrmann.
La humanidad en peligro es quizás el mejor representante de la ciencia-ficción americana de los años 50 en su vertiente pánico nuclear. La historia del ataque de unas hormigas gigantes es portentosa y quizás la mejor película de su hoy olvidado director Gordon Douglas (en dura pugna con Rio Conchos y El detective). Podemos ver en un papel secundario a un jovencito llamado Leonard Nimoy que años más tarde daría que hablar en la televisión y el cine fantástico.
Para mí el mayor interés actual de THX-1138 es ser el primer largo de uno de los personajes más importantes del actual Hollywood, George Lucas. Esta distopía ha envejecido mal y se hace un tanto pesada, es para mí el título más discutible del ciclo, espero que no sea el filme sorpresa. Lucas le cogió el gusto al título, en su siguiente filme, American graffitti, lo puso como matrícula de uno de los coches que aparecían, y posteriormente le puso el nombre del filme al sistema de sonido que creó su empresa. Por cierto, viendo la foto que he elegido para hablar del filme, veo que la influencia de Truffaut no solo ha sucedido en Los juegos del hambre. Hasta aquí el ciclo. Podrían haber entrado algunas películas apocalípticas claves más como La guerra de los mundos, Cuando los mundos chocan (plagiada desvergonzadamente por Michael Bay en Armaggedon y por Roland Emmerich en 2012) o Mad Max 2, pero la selección es francamente buena, ignoro si quedan entradas, por si acaso las proyecciones serán en el Cine Girona a las 22 h de cada día indicado, al precio de 6 € la sesión, incluida la doble. Y como no creo en lo del fin del mundo, os deseo unas felices fiestas, aunque no os pienso abandonar en este blog, tengo varios artículos pendientes para estas Navidades sobre algunas de las salidas programadas por el club.

1 comentario:

  1. Tranquilos soci@s del club, el fin del mundo tiene una connotación metafórica, es decir, el ser humano tiene que cambiar ciertas cosas para seguir habitando en este planeta, el fin del mundo es el cambio que el ser humano necesita...

    BONES FESTES A TOTHOM

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