Este próximo viernes 22 Phenomena programa dos películas de dos de las mayores estrellas del cine de acción hollywoodiense, Stallone y Schwarzenegger. Siendo grandes éxitos las dos en su momento, curiosamente marcan también el comienzo del declive de la carrera de ambos.
Máximo riesgo:
Cuando Máximo riesgo se estrena en 1993, la carrera como estrella de Sylvester Stallone corría un serio peligro. Se había metido a algo que se le daba horrorosamente, la comedia, y su Rambo III había sido un semifiasco comercial. Tampoco acertó con no protagonizar una película de acción que tendría mucha influencia en los siguientes años, Jungla de cristal. Máximo riesgo forma parte de las imitadoras de Jungla, puesto que es otra variante del tema del héroe a su pesar, del tipo que se ve metido en un lío de mil demonios sin comérselo ni bebérselo. Tampoco prometía mucho el director. El director finés Renny Harlin había hecho aceptablemente la segunda entrega de Jungla, pero era autor de una de las peores entregas de Pesadilla en Elm Street, y la que es para mí una de las peores películas de la historia del cine, Las aventuras de Ford Farlaine. Pues a pesar de tenerlo a priori casi todo en contra, acertaron con Máximo riesgo. La historia del alpinista que se ve enfrentado a su pesar a un grupo de atracadores que han sufrido un accidente aéreo en las montañas (teóricamente las Rocosas, aunque los exteriores se rodaron en los Alpes italianos) es muy espectacular y entretenida, cuenta con un villano de lujo como es el gran John Litgow y un excelente secundario como es Michael Rooker, y en este caso no molestan como en demasiadas ocasiones las enormes limitaciones interpretativas de Stallone. Supuso un breve oasis en el declive de su carrera junto con la divertida Demolition man, posteriormente El especialista es un horror, Pánico en el tunel no pasa de entretenida y Asesinos es rarísima y fue un fracaso comercial (por cierto, fue el primer guión de los hermanos Wachowski, creadores de Matrix). Se le sigue viendo intentar homenajes-autoparodias previos a la jubilación como los últimos Rocky o Rambo y Los mercenarios, pero está claro que su tiempo ha pasado, Bullet in the head, que se estrena aquí estos días, ha sido un fiasco, y ya veremos dentro de unos meses que pasa con la película que prepara con Schwarzenegger. Por su lado, Harlin se metería en uno de los mayores desastres comerciales de la historia del cine, La isla de las cabezas cortadas, y ya no levantaría cabeza, actualmente está casi desaparecido del mapa.
Mentiras arriesgadas:
Arnie estaba tocado en 1994. Incomprensiblemente, la deliciosa y muy divertida El último gran héroe había pinchado estrepitosamente en taquilla, casi nadie pareció ver que aquello era una parodia sobre el estado del cine de acción de aquel entonces y una advertencia de que si no cambiaban se les podía acabar el chollo (y se les acabó, al menos el cine de acción que representan Arnie, Stallone y compañía), y se lo tomaron por lo que no era ni por asomo, una película infantil y una tomadura de pelo.
Pero con ayuda de James Cameron se reservaba una sorpresa, la que supuso para mí su canto del cisne, no volvería a triunfar de igual manera en ninguna película como lo había hecho desde que empezó en Conan y Terminator. Mentiras arriesgadas parte de una película francesa, Dos espías en mi cama, que yo no he visto, y por lo tanto no sé si son muy similares o no. El filme de Cameron tiene dos partes muy diferenciadas, una buena y otra muy buena. Como película de acción funciona como un reloj, aunque la película no sea un prodigio de originalidad y los malos sean casi de chiste. Pero como comedia tiene a una gran actriz que da la perfecta réplica al inexpresivo Arnie y es lo mejor del filme. Jamie Lee Curtis borda el papel cómico del ama de casa que está hasta las narices de su "soporífero" marido y cae en brazos de un mequetrefe que se hace pasar por espía... sin saber que su marido tenía una doble vida "movidita". Los mejores momentos se los lleva ella, especialmente en un striptease memorable delante de Arnie. Ambos están muy bien secundados por un reparto en estado de gracia, con un excelente actor como Bill Paxton como amante, con un cómico muy discutible como Tom Arnold en el mejor papel de su carrera (en realidad el único papel bueno de su carrera), con una mujer fatal deliciosa llamada Tia Carrere y un Art Malik muy divertido como torpe terrorista. Mención aparte merece otro secundario: ese segundo ayudante de Arnie, Grant Heslov se convertiría más tarde en colaborador habitual de George Clooney guionizando Buenas noches y buena suerte, dirigiendo Los hombres que miraban a las cabras y coproduciendo Argo (ganando el Oscar por ello). Es también una de las últimas películas de Charlton Heston, y en su momento se habló de una posible secuela, paralizada por el 11-S, no estaba precisamente el horno para hacer coñas con el terrorismo. Posteriormente Schwarzenegger haría un tercer y muy discreto Terminator y se metería en política, pero su regreso al cine, El último desafío, ha sido un desastre comercial. De Cameron poco se puede añadir, Titanic y Avatar siguen siendo dos de las tres películas más taquilleras de la historia
No hay comentarios:
Publicar un comentario