Las historias de amor entre un enfermo de cáncer y otra persona son ya un clásico-tópico del cine más lacrimógeno. En 1970 coincidieron dos de las más famosas, especialmente por sus bandas sonoras.
De Love story ya hablé en la historia de los Oscars, hoy me centraré en Anónimo veneciano. Hoy está relativamente olvidada, pero en su momento esta historia entre un enfermo de cáncer que se reencuentra con su exmujer en Venecia obtuvo un gran éxito. Confirmó el breve estrellato en Italia del actor estadounidense Tony Musante tras Salario para matar y El pájaro de las plumas de cristal y lanzó a la fama a la actriz brasileña Florinda Bolkan.
Es el primer largometraje y el más conocido que dirigió el también actor Enrico Maria Salerno. Su filmografía como director es breve, no recuerdo haber visto sus otros filmes.
También es la banda sonora más conocida del compositor Stelvio Cipriani. Compositor de larga trayectoria en el cine europeo (La muerte camina con tacón alto, La policía agradece, Metralleta Stein, El triángulo diabólico de las Bermudas, Piraña 2, Tentáculos y muchas otras), Cipriani consiguió el mayor éxito de su carrera con Anónimo veneciano, su tema principal es todo un clásico del cine italiano.
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