3 de abril de 2020

Oscar 1952: Balada de High Noon (Do not forsake, oh my darlin)

En 1952, la Caza de brujas campaba a sus anchas, con varios cientos de personas investigadas, detenidas, interrogadas o mandadas al exilio. Entre ellas, un buen puñado de gente que trabajaba en Hollywood, en el punto de mira del siniestro senador Joseph McCarthy y con la ayuda de entre otros Richard Nixon. Muchos no volvieron a trabajar en el cine, lo tuvieron que hacer con pseudónimo si eran guionistas (Dalton Trumbo, Michael Wilson) o fueron expulsados de los EEUU (Charles Chaplin). No hay que olvidar las siniestras declaraciones ante el Comité de actividades antiamericanas de acérrimos anticomunistas como Walt Disney, Adolphe Menjou, Gary Cooper o Robert Taylor, ni la delación de antiguos comunistas o simpatizantes como Elia Kazan Dmytryk.

Pocas voces en Hollywood se alzaron en contra de la Caza de brujas, muchas por miedo a represalias o por miedo a perder sus privilegios,y pocas películas se atrevían  a hablar en contra, debido al miedo a la censura. Y si lo hacían era por medio de alegorías o de formas que no se notase. 

Probablemente la primera y más famosa es Solo ante el peligro. En apariencia, un western atípico de no muy alto presupuesto, sobre un sheriff que se tiene que enfrentar solo  a unos forajidos por culpa de la cobardía de su pueblo. Pero la cobardía era sinónimo de la cobardía imperante en Hollywood, la alegoría era bastante evidente, lo fue algo menos en filmes posteriores sobre la Caza de brujas como el western Filón de plata o el filme de ciencia-ficción La invasión de los ladrones de cuerpos.

Para encarnar al protagonista la primera opción dicen que fue Gregory Peck, pero el actor no se mostró interesado, la trama le recordaba a otro filme suyo. Entonces se recurrióa un actor en horas algo bajas y la gran paradoja del filme: Gary Cooper. Como he dicho, Cooper fue uno de los que más arremetieron contra los comunistas en los primeros momentos del mccarthysmo, no se si no vio la alegoría o si aceptó el papel en un momento en que sus últimas películas no habían funcionado en taquilla o no habían gustado a la crítica.

El caso es que la película funcionó, revitalizó la carrera de Gary Cooper de tal manera que en los 9 años que le quedaron de vida nadie le volvió a discutir su status de estrella. La película es un cásico, y quizás el western más influyente en los años 50, su estilo es repetido o controvertido por algunos en años posteriores. Lanzó la carrera también de Grace Kelly y fue el primer papel de un joven de 27 años que hacía de uno de los villanos y que se convertiría en icono del western: Lee van Cleef.

Y con una imagen de van Cleef arranca la película y la canción que ganó el Oscar. Se la conoce como balada de High noon (el título original de inglés) o como Do not forsake me, oh my darlin, está compuesta por Dimitri Tiomkin y Ned Whashington, y es una de las mejores canciones de la historia del cine. También muy influyente, a partir de ahí muchos westerns incluyeron baladas en los títulos de crédito, y muchos de ellos con la voz del intérprete  Frankie Lane, aunque en el filme la interpreta el menos conocido Tex Ritter:


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